7 Night Western Mediterranean Cruise

La isla española de Mallorca ofrece altas montañas y asombrosos acantilados que se elevan sobre el agua azul y cristalina. Sin embargo, el tesoro escondido es Palma de Mallorca, la capital y la ciudad más grande de la isla, donde encontrarás pintorescas calles históricas, castillos góticos y delicias gastronómicas. Viaja en crucero a Palma de Mallorca y recorre la particular catedral de Palma: Las torres góticas en el exterior del siglo XIV contrastan con el moderno interior diseñado por Gaudi a comienzos del siglo XX. Conoce el patio circular y los arcos con influencia árabe del Castillo de Bellver, donde disfrutarás del fresco aroma de los miles de pinos que lo rodean. También, puedes alquilar una bicicleta y pedalear hacia el este, hasta la playa Palma, donde podrás broncearte en las arenas blancas y aguas cristalinas.

Marsella, la ciudad más antigua de Francia, combina el encanto de la historia con la belleza provenzal. Por la mañana, visita el mercado de pescadores Quai des Belges, un centro comercial activo por más de 2600 años. Recorre los paseos marítimos y los almacenes del siglo XVIII y toma un café con leche y deléitate con una tarta de melón en una de las cafeterías de la planta baja. Viaja a Provenza y descubre la basílica de Notre-Dame de la Garde: construida en el siglo XIX en estilo neobizantino, tiene una estatua dorada de la Virgen y el Niño que parecen observar el horizonte marsellés. A continuación, descubre la arquitectura moderna y las reliquias culturales mediterráneas en el museo de arte MuCEM o contempla los escarpados acantilados de piedra caliza del Parque Nacional de Calanques, a media hora en automóvil desde el centro de la ciudad.

La ciudad portuaria de La Spezia, que se encuentra en el norte de Italia, en la frontera entre Liguria y Toscana, ofrece una puerta de entrada ideal a dos de las ciudades más famosas del país: Pisa y Florencia. Llegarás a Pisa en solo una hora en automóvil o tren. Aquí podrás echar un vistazo a los arcos de piedra blanca de la famosa torre inclinada de la ciudad y a su estructura hermana, la Catedral de Pisa. O, si lo prefieres, pasa el día en Florencia, a casi dos horas en tren: sube hasta la cima del famoso Duomo ("domo"), el sobrenombre de la catedral gótica italiana de Santa María del Fiore, para disfrutar de unas vistas de 360 grados de la ciudad. Viaja a Florencia para pasear por el mercado de San Lorenzo tomando un espresso y para disfrutar de los aromas de las especias y trufas locales mientras observas pasar a la gente.

Con 28 siglos de historia celebrada, Roma lleva la ventaja cuando se trata de aventuras sin igual. La ciudad que encendió el imperio más grande del mundo está muy viva hoy en día con un revoltijo de antiguas ruinas, arte de renombre mundial y vibrante cultura callejera. Aquí puedes vivir la dolce vita, recordando los días de gloria de la antigua Roma y los tenedores girando llenos de pasta en una trattoria. Pasa por las basílicas centenarias en un Ape Calessino de tres ruedas o admira las pinturas de los maestros italianos en Villa Borghese. Ya sea el encanto espiritual de la Ciudad del Vaticano, los encantos de Trastevere o el legado del Coliseo: La Ciudad Eterna perdura con interminables aventuras.

Nápoles es una ciudad italiana bulliciosa repleta de belleza, ya que cuenta con un horizonte definido por el imponente monte Vesubio. Experimenta su arquitectura neoclásica en lugares como la iglesia Gesu Nuovo, con su lujoso interior adornado con frescos detallados, estatuas e incrustaciones de oro. Profundiza aún más en la historia en las catacumbas de San Gennaro, donde los primeros obispos de Nápoles fueron enterrados en el siglo II d. de C. Camina por Miglio Sacro ("Milla Santa") y relájate en los cafés y las tiendas del distrito de Sanita disfrutando de un zuccherato (espresso endulzado). Aborda un crucero por Nápoles y toma el corto viaje en autobús hasta la base del monte Vesubio. Puedes subir a la cima en una relajada caminata de 20 a 30 minutos para recorrer las ruinas de Pompeya.